viernes, 28 de abril de 2017

BLACKWOOD CROSSING - GAMEPLAY II


Luego de la misteriosa aparición del RABBIT BOY, una escena familiar se reitera: la de SCARLET despertándose de un sueño ignoto que se confunde, inmediatamente, con la realidad. Sin embargo, en este segundo despertar habrá una diferencia sustancial, porque, ahora, SCARLET no busca reconocerse a sí misma, no busca hallarse en ninguna superficie espejada que constate su existencia, sino retomar la pista del hermano que reencontró en la cepa del sueño predecesor.
    Hipotéticamente, SCARLET despierta dentro de un sueño que, a su vez, es la continuación del sueño que le antecede. De allí, que la primera pregunta de SCARLET se parafrasee como:

    -¿DÓNDE ESTÁ FINN?

    En otras palabras, la pregunta que acucia a la protagonista, confirma la intuición de nuestra sospecha:

    -¿SCARLET DESPERTÓ?

    Por lo que, a continuación, podemos comenzar a especular sobre dos hechos, igualmente, probables. A saber, que:

    -SCARLET CONTINÚA DORMIDA
 
    O que:

    -SCARLET ES SOÑADA POR FINN 

    Por el momento, sabemos que el día continúa declinando, poco a poco, sin ninguna prisa, mientras algunas de las primeras sombras del atardecer se entrevén a través de las ventanas del vagón y del caleidoscopio que conforman sus pasillos. Pero, también, sabemos que SCARLET no despertó en el mismo lugar, ni con su blog de notas o sus lápices, sino en compañía del maletín de almuerzo de un niño, cuya estampa heroica podría remitirnos muy bien a FINN y a su búsqueda solitaria de reconocimiento, debido a que, en esa estampa, aparece un héroe que lo homologa: BATMAN.
    FINN, estéticamente, busca identificarse con SUPERMAN, aunque no quede claro si esa identificación persigue asimilar su magia o su aparente impermeabilidad para ser dañado. En la primera opción, FINN se conectaría con la posibilidad de mejorar el mundo o de alumbrar en él algo de esperanza. En la segunda opción, en cambio, FINN se abstraería del mundo para negarlo, ya que se resiste a sentir dolor, del mismo modo en que BATMAN, luego de perder a sus padres, hará de cuenta que está muerto, incluso, para el resto de las personas que lo aman.
    Una muerte, no obstante, se reensamblará a partir del destino solitario de la opción de BATMAN: la de la muerte de la madre de ambos hermanitos. Sin embargo, el jovi de FINN, la invención, parece salvarlo de este destino, pues a partir de él buscará rearmar su mundo emotivo, introduciendo, a contrapelo de la tristeza, la alegría. El FINN que se ríe, es el FINN que aún tiene esperanzas y un sentido, el FINN que aun reconoce a su hermana sin ninguna duda sobre su integridad moral y sobre el amor que le provee ésta al reemplazar, de alguna forma y pese a su edad, a la madre muerta o a la madre que les abandonó, es el que le emparenta con SUPERMAN y la superación del dolor. 
    Pero, será, precisamente, esta pretensión del niño que niega su suerte fatídica, la que le arrastrará a la desgracia, ya que no se puede tomar algo de la belleza del mundo, sin experimentar, primero, algo de su dolor. Por eso es que, en esta prolongación del sueño predecesor, lo que el RABBIT BOY le indicará a  SCARLET, será  algo que FINN le ha sabido ocultar muy bien a su hermanita: el dilema existencial que lo carcome y lo interpela a hundirse cada vez más en la oscuridad. La pericia de SCARLET, a partir de aquí, entonces, consistirá en discernir qué es real y que no lo es:



No hay comentarios.:

Publicar un comentario